Necesito escribirte un poco, porque no me siento bien. Mi vida pasa por momentos en que la energía se me drena, y me siento solo. Tengo tanto que entregar en el diario vivir que enfocar y recibir energía de la gente es necesario, pero hoy en día sólo entrego, siento que doy, y doy, y doy, y no tengo donde afirmarme, de donde recibir algo, de donde obtener la luz que me ayuda a sobrevivir. Has sido esa luz por un tiempo y la verdad que has sido la más brillante y Hermosa luz que he tenido en los últimos años, pero siento que ya no soy parte de tu vida, que el Luquesito que me quería y me necesitaba quedó encerrado en esa pieza en Puerto Montt, que pertenezco a ese trozo de tu vida que es gris, y por esa razón no me has involucrado en tu vida en Temuco. Pero quiero aferrarme al más mínimo atisbo de cariño que exista en tu corazón, a esos mensajes lejanos que me das, a esos corazones que me envías, a esas caras sonrientes, cada vez que veo una imagen tuya me dan ganas de abrazarte, de tomar tu mano, y de recibir toda esa energía que recibía durante el verano, porque era una energía que aunque tu estuvieras triste, me hacía levantarme para hablar una hora al teléfono en las frias noches de la playa, me hacía salir a cargar el celular para seguir hablando contigo, me hace tomar vuelos a puerto montt y luego cancelarlos a pesar de tener que pagar multa, me hace buscar alojamiento en temuco a pesar de no saber cuando, como, ni donde ir. Me hace confiar ciegamente en que si te digo que voy en camino me esperarás. Pero si soy frío ¿Debería por alguna fé en ti? eso me cuesta, porque tengo todas las ganas de ir a verte, de mirarte y tenerte cerca, pero ya no sé si serás el mismo que conocí, me lleno de dudas, que no sé cómo justificarlas ni tampoco sé como superarlas.
Luque mío, dame de tu luz, dame de tu alegría, porque incluso en los momentos más tristes tuyos tenías una gota de vida en tu voz que me encantaba, porque aún en esos instantes en que querías huir, tenías la capacidad de reir con algo e iluminar todo con esa risa. Envíame esa luz.
Disculpa el momento amargo, a ratos necesito liberarme, no debería hacerlo contigo, pero si tengo palabras para tí por qué no dartelas? Me encantas, siempre. Te quiero, siempre.
Luque mío, dame de tu luz, dame de tu alegría, porque incluso en los momentos más tristes tuyos tenías una gota de vida en tu voz que me encantaba, porque aún en esos instantes en que querías huir, tenías la capacidad de reir con algo e iluminar todo con esa risa. Envíame esa luz.
Disculpa el momento amargo, a ratos necesito liberarme, no debería hacerlo contigo, pero si tengo palabras para tí por qué no dartelas? Me encantas, siempre. Te quiero, siempre.
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