Mechas Amarillas

Mientras discuto con numerosos números que no me dejan comprender su naturaleza, recojo unos cuantos tristes versos dejados a la deriva y cambiados torpemente por formulas y ecuaciones.
La física y la química sumado con la matemática me tiene mal, he pensado seriamente en dimitir y dejar todo lo poco que le logrado atrás y mandándolo a la mismísima mierda, pero vez que llego a un espejo y veo esas mechas amarillas en mi cabeza digo "debo seguir". Son ellas las que me recuerdan a diario el por qué di este paso y el por qué de mis decisiones, si bien creo que nadie sabe por qué las tengo, tampoco lo publicaré aquí, si quiere saber por qué no las he teñido, pídame la respuesta personalmente.

Mientras intentaba escribir esta nota muy depresiva y frustrante me apareció un mensaje de feizbuk, era la Natiie que me etiquetaba en una nota que dictaba

NO TE RINDAS- MARIO BENEDETTI

No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
enterrar tus miedos,
liberar el lastre,
retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros
y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda,
y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma
aún hay vida en tus sueños.

Porque la vida es tuya
y tuyo también el deseo
porque lo has querido
y porque te quiero.

Porque existe el vino
y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas
que no cure el tiempo.

Abrir las puertas,
quitar los cerrojos,
abandonar las murallas
Que te protegieron.
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
ensayar el canto,
bajar la guardia y extender las manos,
Desplegar las alas
e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos.

No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños

Porque cada día es un comienzo nuevo.

Porque ésta es la hora y el mejor momento.

Porque no estás sola.

Porque yo te quiero.



Ahora si, seguiré luchando contra los números, seguiré sin vacilar hasta las últimas consecuencias, y como hombre valiente que soy buscaré salidas de las duras pruebas que aun quedan, aunque en algunos ramos ya no haya escapatoria intentaré por todos los medios salir airoso, porque no me he de rendir, porque esas mechas rubias siempre me recuerdan el por qué estoy aquí.