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Hace unos minutos, mientras las prendas de vestir caían al piso y mi espalda sentía una brisa fresca de medianoche, mi cuerpo se sumergía en un agua ni tan fría, mi desnudes era atacada por pequeñas agujitas heladas desde mi cuello a los pies y por eso un flash tormentoso iluminó mi mente... Recordé una noche de invierno, o quizá otoño, en que estaba parado con las llaves frente a la cerradura en la reja de mi casa, con mi piyama, unas pantuflas y la 1º chaqueta que encontré, llovía a cantaros y me mojaba entero, de pies a cabeza, el viento helaba mi cuerpo y tiritaba como idiota con lágrimas en la cara por no ser lo suficientemente valiente de abrir esa puerta y ponerme a caminar, pensaba que si llegaba en esas condiciones sería un sacrificio suficiente para tomar la nueva decisión de unir las vidas de nuevo... pero nunca pude. En el agua recordé que esa noche mi brazo estaba con cicatrices y costras mucho mas profundas que las de ahora, que esas heridas decian un nombre y el mio a su lado, que era difícil a veces disimular con la sonrisa falsa de que todo estaba bien, que me hundí mil veces en situaciones tontas como los frustrados intentos de suicidio, recordé las pastillas, que me dieron descanso algunas noches en que mi mamá no dormía por mis continuos movimientos en la cama y mis gemidos desamparados. Recordé las visiones y alucinaciones, recordé la voz de Tom diciendome "dejalo atrás", recordé la voz de la Caro diciendome "deja de hacerte daño", recordé a la Camila diciendo "lamento ser una mierda de amiga y no darte solución", recordé la pregunta que me formuló ayer la Michelle "no puedes olvidar?". Siento, como si toda la felicidad en los momentos de bienestar se la consumiera una esponja, quizá en unos diez años como dijo Jacob, cuando el corazón de Bella haya dejado de latir hace mucho, quizá ahí pueda proseguir con mi vida... No lo sé, estaba todo tan bien hasta hoy, todos los problemas aparte, que si bien son fuertes, los podía superar, pero este sentimiento dentro de mi no lo logro superar, es como si me persiguiera. Al sentir el punzante dolor en la parte izquierda de mi pecho, y el malestar al respirar.

Caigo, siempre caigo, y ese nombre poco común que encuentro hermoso me ronda fuerte, sus ojos, sus labios, sus manos, su olor, su color, su pelo, su abrazo. Quisiera poder salir de una vez por todas pero de verdad no puedo, juro que lo he intentado muchas veces y todas fallidas, ahora luego de recomponerme esta vez lo hare de nuevo, y voy con intenciones de no caer, lo juro...

Es que todavía le quiero.