Insensibilidad masculina

Hace tiempo que no tenía una conversación tan superficial y tan guiada por el nunca bien ponderado pene. Hace ya año y algo que salí de las puertas de la casona roja, con un futuro incierto y en mi corazón un amor colmado de brillantes que no me hacía vacilar ante ninguna circunstancia, hoy, junto a un par de personajes de mi vida, uno, mi grandioso amigo que siempre intenta racionalizar mi vida y quitarme del camino del sentir que me lleva a destructivos fines, y el otro, la personificación de mis perspectivas descalificables, de quién me he burlado y mofado, de quién he aprendido lo que nunca quiero hacer, pero aun así es parte importante de mi vida, con ambos me di cuenta de lo diferente que es todo luego de ese año y algo, aparece mucho la palabra familia, la palabra universidad, la palabra vida, la palabra plata, ya no aparece el termino permiso o no puedo.
Se le llama madurez, uno no se da cuenta de cómo cambian las cosas hasta el momento de enfrentarse al hecho de guardar el uniforme, cambiar los pequeños libros por unos tomos de 3 kilos de peso, que la noche es parte del día y que existen miedos más grandes al que se siente cuando pienso en "habrá alguien mas".
También, la frialdad en que se toman los asuntos que yo considero de suma importancia, el cómo decir que las veces en que corrí el rostro frente a una invasión de feminidad, que el rechazar a un pelo claro, figura esplendida y ojos de color es un error garrafal, que el decir "Lo siento, pero ya hay alguien" a casi un año es una herejía de proporciones monumentales, que el no aceptar muchas peticiones de verdaderas princesas embestidas de frescura era un burro casto de estupides magna, que por rechazar un mail y unas invitaciones a salir debería ser colgado, todo eso me hacía algo de falta, porque si hubiera vivido en ese lugar al momento de que la vida se me nubló y el brillo grande de mi corazón se apagó de sopeton, si hubiera tenido todo ese tiempo en las frías laderas de la testosterona y las vitrinas de vaginas dispuestas a ser penetradas, quizá hubiera evolucionado de distinta forma y lo que ahora tendría que ser es un morvido sediento de carne virgen y labios libidinosos, y no tendría en mi ese debil pero persistente sentimiento que sólo me incita a buscar y esperar el águila real.
Quizá el no darle importancia a algunas cosas es la cura, pero no dejo de pensar y sentir que lo que lleva mi corazón es mucho mas importante que lo que piensa el sentido común de la gente, no dejo de sentir que al mirar una flor es la belleza reflejada, que la luna tiene sentimientos y el sol es un fuerte contendiente, que a la larga los pasos que doy son duros y astillados, que sólo soy parte de un todo y sin mi el todo no funciona bien...
Si no le doy importancia a eso, sólo sería un ser que sobrevive para satisfacer su deseo carnal y si sólo me dejara llevar no guardaría esta castidad para esa una sola mujer, dueña del corazón y vida, aquella a la que envestí con el sufijo "Nea", si hubiera dejado llevar mis labios no guardarían todo el sentimiento que tienen y no se habrían mantenido intactos como lo han echo hasta ahora, y mis manos no toca a alguien mas con esa caricia suave que sólo existia para remarcar las palabras que salian de mi boca al decir "Te Amo"...


Y así, con un fuerte contenido mi mente divaga entre arrepentimiento y orgullo, estoy orgulloso de ser sólo para "Nea" pero, cómo dice el sentido común, lo mas probable es que me arrepienta algún día de todo lo que no hice sólo por guardarme para ella .-

James.-

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